Uno de los ejemplos más sonados de la cultura cannábica moderna es la historia de Falcanna, nacida en el noroeste de EE. UU. de la mano de su fundadora, Bethany. Su camino comenzó entre halcones y naturaleza, de ahí el nombre “falconry + cannabis” con una idea clara: cultivar con respeto, cuidar cada detalle y ofrecer una experiencia honesta. Más sobre su marca en falcanna.com.
Con los años, el proyecto cruzó el océano y llegó a Europa. Hoy Falcanna tiene presencia en Alemania y España, donde Falcanna Club en Madrid se ha convertido en un referente. Un espacio en el barrio de Malasaña, en el centro de la ciudad, que destaca por su ambiente tranquilo, su selección de flores, vapes y extractos y su forma profesional de trabajar. En este artículo contamos más sobre cómo funciona este club en España.
La flor es femenina: una metáfora que dice mucho
La flor que disfrutamos en los clubs es femenina. Es la que desarrolla los terpenos, los aromas y la potencia que buscamos. En esta historia, tiene sentido: la parte femenina de la planta marca el carácter, igual que muchas mujeres están marcando el carácter de la escena actual. No es poesía barata: es botánica y cultura caminando juntas.
El impulso femenino y la nueva cultura cannábica
El avance de mujeres en la industria no solo cambia los clubs, también cambia la cultura. Ellas consolidan proyectos con visión abierta y cercana al consumidor. En vez de competir por competir, construyen redes y comparten lo que saben. El resultado: clubes con mejor ambiente, más educación y menos barreras de entrada.
Bethany: salud, raíces y fuerza en un sector de hombres
Bethany empezó todo esto por salud. Buscaba bienestar, equilibrio y una relación limpia con la planta. Su pareja, de raíces nativo americanas, sumó una mirada muy unida a la naturaleza y al respeto por los ciclos. Con esa base, se metió en un sector mayoritariamente dominado por hombres y, paso a paso, fue ganando su lugar: calidad constante, relato claro y comunidad real.
Hoy Falcanna es una marca respetada en EE. UU., con líneas de flor que compiten con las grandes corporaciones. Sin campañas vacías: producto de calidad y una comunidad fiel. Esa misma energía es la que ha llevado su nombre a Europa, con presencia en Alemania y España.
Green Matamala Madrid: liderazgo femenino con estilo propio
En Madrid también hay clubes con liderazgo femenino que suman a esta nueva ola. Un ejemplo es Green Matamala, con una dueña que lleva el proyecto con cercanía y mucho detalle. Su propuesta es sencilla: buen trato, selección cuidada y un espacio donde apetece quedarse. No busca la atención, busca constancia y que la gente se sienta a gusto.
Green Matamala encaja con la tendencia del momento: menos ruido, más calidad real y un ambiente donde la diversidad tiene sitio. Si te mueves por Madrid y valoras lo auténtico, es un nombre que conviene tener en el mapa.
Una escena que evoluciona
En España, el cambio llega desde abajo. Una comunidad que comparte lo aprendido: talleres, cultivo responsable, contenido educativo y una forma más consciente de disfrutar. Ya no va solo de fumar: va de entender, elegir y cuidar lo que se consume.
Comunidad LGTBQ+ e inclusión
Parte del crecimiento del cannabis en España tiene que ver con la diversidad y la apertura de espacios seguros. En barrios como Chueca, la conexión entre la comunidad LGTBQ+ y la cultura cannábica es natural: ambas promueven libertad, respeto e identidad. Lo contamos con más detalle en nuestro artículo sobre la zona: Club de cannabis en Chueca.
En muchos clubes, esta conexión va más allá del discurso. Existen eventos temáticos, catas inclusivas y encuentros culturales que combinan arte, música y conversación en torno a la planta. No se trata de fiestas sin sentido, sino de espacios donde la gente se siente libre para compartir experiencias, descubrir variedades nuevas y disfrutar sin prejuicios.
Algunos de estos encuentros son organizados por socias y socios del colectivo LGTBQ+ que usan el cannabis como punto de unión y expresión. Charlas sobre autocuidado, talleres de cultivo urbano y exposiciones de artistas locales forman parte de una escena cada vez más visible. Madrid, Barcelona y Valencia están viendo crecer este tipo de iniciativas, muchas de ellas impulsadas por mujeres y jóvenes que apuestan por una cultura más consciente.
Incluir a todo el mundo no es una moda: es una forma de construir una comunidad real. Cuando los clubes integran diversidad en su día a día, el ambiente mejora, la gente se respeta más y se genera confianza. En estos espacios, la casa realmente es de todos. Por eso la gente vuelve, recomienda y ayuda a que el movimiento siga creciendo con buena energía.
En el caso de Falcanna Madrid, esta inclusión no es solo parte de su filosofía, sino de su equipo. Gran parte de sus gerentes y trabajadores pertenecen a la comunidad LGTBQ+, lo que ha dado al club una identidad auténtica, abierta y profundamente respetuosa. Esa mezcla de profesionalismo y diversidad se nota en el ambiente: cercano, libre de juicios y con un trato que hace sentir en casa a todo el que entra.
Lo que viene
Veremos más proyectos liderados por mujeres, más educación y más foco en la experiencia del socio. Falcanna demuestra que se puede crecer con coherencia, competir con gigantes y mantener el respeto por la planta. España tiene terreno para esa forma de hacer las cosas.
Un movimiento con propósito
En Spain420.es apoyamos una escena consciente y participativa. Compartimos experiencias reales, clubes recomendados y proyectos que suman. Si quieres moverte con calma y encontrar espacios afines, escríbenos; te orientamos. También puedes empezar por las guías de cannabis que ofrecemos y elegir tu mejor ruta.
Preguntas frecuentes
¿Quién es Bethany?
Es la fundadora de Falcanna. Empezó por salud y bienestar, con una relación muy cercana a la naturaleza. Con el tiempo, su proyecto pasó de local a internacional sin perder la esencia.
¿Cuál es la relación de Bethany con la cultura nativa americana?
Su pareja es de origen nativo americano. Esa conexión refuerza la mirada de respeto por los ciclos de la tierra y la forma de entender el cultivo.
¿Falcanna compite con grandes corporaciones en EE. UU.?
Sí. Lo hace con calidad estable, comunidad fiel y una historia real. Esa combinación le permite competir de tú a tú sin perder identidad.
¿Qué papel tiene Green Matamala en Madrid?
Green Matamala es un club con liderazgo femenino. Su dueña impulsa un espacio cercano, con selección cuidada y un ambiente donde la gente se siente bienvenida.
¿Por qué la flor femenina es la que se consume?
Porque es la que desarrolla terpenos y cannabinoides con el perfil que buscamos. Es la parte de la planta que aporta aromas, sabores y efectos que hacen única cada variedad.

